Los encartes de ¡La leche!
Una de las cosas más divertidas que tiene ser parte del Equipo de Revista ¡La leche! es que puedo desarrollar contenidos que me apasionan y experimentar con la forma de presentarlos.
Hasta ahora, me he encargado de los encartes que vienen junto a la revista, un sencillo cartoncillo, de pequeño tamaño, con una propuesta y unas instrucciones.
Una simple manualidad… ¡¡Mentira!!
Los encartes, para mí, son una de las cosas más apasionantes de la revista. Disfruto escribiendo artículos e ilustrándolos pero el encarte tiene muchas complicaciones que no se ven a simple vista.
Lo primero de todo debes tener en cuenta a la persona que lo va a montar, no solo con respecto a las instrucciones sino también debe ser muy divertido jugar con el resultante.
El encarte es como un kit de supervivencia, debe ser claro, intuitivo pero también bonito. Que quien lo tenga entre las manos piense «tengo unas ganas locas de llegar a casa y montarlo».
Por otro lado es importante que el resultado de un encarte de manualidades sea mayor que la suma de sus piezas. Pregúntate ¿para qué enseñar manualidades a los chicos? lo montas, queda bonito y lo exhibes… Eso está bien, pero yo quiero más. Lo que me gusta de los encartes de ¡La leche! es que te sugieren formas de crear tus propios mecanismos. Puedes hacer tus propios bailongos o mezclar piezas entre ellos, o puedes hacer tu rueda del destino donde tu abuela sea uno de los oráculos, o llenar tu casa con plantas de cartón… http://revistalaleche.com/milk-tv/
El tema está siempre relacionado con la revista. En el último número hice un Calendario de Sabios Propósitos para poder hablar de cómo surgieron los calendarios de Adviento. No había artículo relacionado, pero correspondía a las fechas navideñas y a esa tendencia a pensar que todos podemos ponernos nuevas metas para el Año Nuevo. Comencé a dibujar una ciudad en la que sus ciudadanos son protagonistas de cada uno de los días del Calendario de Sabios Propósitos. Si miras el encarte verás una ciudad con varios personajes mezclados que se repiten, pero si sigues el orden y destapas cada día la pestaña correspondiente descubrirás que esos personajes siguen una secuencia en la que interactúan entre ellos, les ocurren cosas y te enseñan sabios consejos sobre la vida.
Debe ser económico. Un simple cartoncillo doblado por la mitad impreso a dos caras. Revista ¡La leche! no se permitir grandes costes en producción por lo que tengo que adaptarme a ese formato para meter una manualidad junto a sus instrucciones, lo que no es fácil.
Esto conlleva otra peculiaridad, debe requerir unas herramientas que se encuentren en cualquier hogar. Tijeras, aguja, hilo, pegamento, celo, y si nos ponemos meticulosos un cúter o un punzón.
Por último, realizo un vídeo-tutorial para los que no sean mañosos. Todos tenemos nuestros trucos y siempre es más fácil si ves cómo lo hace una persona y te habla de esos trucos. Además, siendo sincera, ¡me encanta hacer cine!